jueves, 29 de octubre de 2009

Cuando la soledad te abraza

Noche tras noche me planteo la pregunta de si el camino que he seguido me ha llevado a donde quería ir. Por desgracia no existe un GPS para el destino. Esto podría sonar muy pesimista, pero... ¿realmente lo es?
La realidad es que hay pocas cosas mas bonitas que encontrarse, despues de perderse. Quizá lo hayamos olvidado, ya que hoy en día siempre creemos saber a donde vamos. Programamos nuestro destino y navegamos hacia el, por un camino más o menos preestablecido. Y vamos hacia ese sueño como si siempre hubiesemos trazado ese mismo recorrido, ya que algo nos está guiando.
Aun recuerdo una ocasión, cuando navegando por las carreteras de Alicante, mi primer GPS me dijo "gire a la derecha". Cuando miré en esa dirección, pude ver un camino que tenía, aproximadamente 2 metros de desnivel. En ese momento tuve que tomar una decisión y fue seguir adelante, ignorando unas indicaciones que, claramente, no me llevaban a ningún sitio. Y perderme sin saber cuando ni como podría volver.
Y así es la vida. Hemos visto tantas películas, hemos leido tantas novelas, tantos artículos en ridículas revistas expertas en psicología barata, que seguimos unas indicaciones que a veces nos lleván a encrucijadas imposibles. Y entonces solo nos queda una opción. Seguir adelante. Abrazar a la soledad que, a lo largo de nuestro deambular por esté despiadado mundo, insiste en abrazarnos a nosotros. Disfrutarla. Regodearnos en ella. Porque cuando llegue el momento, cuando tengamos que elegir que camino tomar, estaremos solos ante esa decisión.
Yo aun no he conducido un coche que sea capaz de superar un desnivel de dos metros. Seamos sinceros. No hay una, hay dos alternativas: Seguir adelante, o dar la vuelta. Y el camino de vuelta ya sabemos a donde conduce, y aunque a veces regresar pueda resultar tentador, solo seremos turistas de nuestro pasado. Una realidad que ya no es. Un recuerdo. Una ilusión.
Naveguemos, busquemos un destino. Perdamonos y encontremonos. O no, pero al menos, disfrutemos de nuestro viaje.

Otra noche más sin soñar. Otra noche Lejos de Arcadia.

No hay comentarios: