viernes, 27 de julio de 2007

Escarcha (IV)

Aclaración: este es un relato que estoy escribiendo por partes. Lo hago de manera desordenada y más o menos improvisada, pero detrás de todo hay un sentido. Por eso recomiendo leerlo en el orden que los he escrito, aunque el orden real de los acontecimientos esta entre paréntesis. Primero se debería leer:
http://lejosdearcadia.blogspot.com/2007/06/escarcha-iii.html
http://lejosdearcadia.blogspot.com/2007/06/escarcha-i.html
http://lejosdearcadia.blogspot.com/2007/06/escarcha-ii.html
Gracias.

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- Esta noche volvió a desaparecer

A pesar de que trata de velar sus sentimientos, enseguida sé que algo no va bien.

- ¿Qué ha pasado? – pregunta en tono conciliador, ofreciendo una comprensión demasiado anticipada, que inexplicablemente me irrita.

Había ocurrido aquella madrugada. Tras muchos días, semanas quizás, de aparente normalidad, al despertar no estaba.

No entiendo muy bien lo que ME está pasando. Lo último que recuerdo antes de eso es estar saliendo de la oficina, tras hablar sobre el tiempo con el conserje. Luego despierto, en mi cama, y ella no está.

No entiendo muy bien lo que NOS está pasando. No hay ningún motivo para que huya así en mitad de la noche. La quiero. Nos queremos. ¿Por qué me engaña? ¿Por qué me hace sufrir?

- ¿Podrías explicarme que es lo que habéis hecho estos últimos días?

- ¿Qué importa? Eso ya no importa. Nada importa. Solo ella. No se – sudo, dudo, tropiezo con mis palabras - No recuerdo. Que más da - ¿por qué me pregunta eso? Estábamos bien, eso es lo importante. ¿Haciendo qué? Da igual. Solo se que ella estaba allí, debajo de las sábanas, anhelando mi regreso. Y cuando volví, cuando la busqué, ella ya no estaba. Se había ido. Otra vez.

- ¿Estás tomando la medicación?

¿Medicación para qué? Este maldito matasanos. Yo no tengo ningún problema. Es ella la que siempre se va, la que siempre huye. Que hable con ella, no conmigo. Yo estoy bien, yo la quiero, la necesito. Tanto que la mataría cuando desaparece en la noche, para siempre tenerla conmigo y que no pudiera irse.

¿Pero que digo? Esto es terrible. Quizá sí, quizá me esté volviendo loco. No entiendo nada.

- No. Llevo una semana sin tomar nada. No... no creo que lo necesite.

Toma unas escuetas notas. Odio sentirme analizado, como un bicho de laboratorio del que estudian su comportamiento ante una situación adversa.

Sigo sudando. Tanto que mi camisa se empapa como aquella noche. Aquella noche...

- ¿Estas bien?

Me habla, pero ya no le escucho. ¿Qué paso aquella noche? Se que llovía. Se que me calé hasta los huesos. Se que me calé hasta el alma ¿Por qué me siento tan mal al intentar recordar? Algo pasó, pero no lo recuerdo. Quizá fue la primera vez que huyó.

- Debo irme – tengo que preguntarle que pasó esa noche

- No creo que sea buena idea. Deberías tranquilizarte. Estas temblando

Me levanto sumido en mis pensamientos. Tengo que saberlo. Necesito comprobarlo. ¿Habrá vuelto a casa? Necesito verla. Necesito tenerla. Necesito besarla y quererla. Abrazarla, tan fuerte, que la deje sin aire, que sienta el vacío que yo siento cuando no esta.

- Tienes que volver a tomar la medicación

Me llega como un susurro. Quizá lleve razón, pero ahora eso no importa. Solo preciso estar con ella. Se que este sentimiento, esta angustia pasará cuando pueda verla, y cuando ella me explique por qué se va tantas noches, por qué cuando despierto no está a mi lado. Se que habrá una explicación y necesito saberla.

Al abandonar la consulta me viene a la cabeza ese horrible pensamiento que he tenido hace unos instantes. Matarla. ¿Pero como puedo pensar eso? Es horrible. Yo la quiero... pero... ¿y ella a mi? Si no lo hiciera creo que no lo aguantaría, no lo soportaría. Perderla no es una opción. Necesito tenerla, aunque solo sea en cuerpo. Aunque tenga que expulsar su alma de él, con un abrazo tan fuerte que no la deje tan solo sin aire. Si es preciso lo haré, aunque me arrepienta. Pero así sabré que, cada mañana, al despertar, estarás a mi lado. Es lo único que quiero. ¿Tanto pido? Despertar cada mañana junto a ti. Aunque tu no despiertes más.

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