martes, 19 de junio de 2007

Compendio Universal sobre el Tonteo

Las tardes en la oficina son muy largas, y propician profundas conversaciones que luego se pierden en el ciberespacio. En cierta ocasión, una de estas charlas messengeras, originada por la busqueda de una definición del termino "Calientapollas", terminaron sentando las bases del primer Compendio Universal sobre el Tonteo.

El tonteo es, esencialmente, una actividad sana y muy recomendable de ser practicada por el ser humano. Resulta excitante, tanto para solteros como para emparejados, aunque sin duda su práctica en el segundo caso es fruto de una gran controversia. ¿Cual es el límite del tonteo? ¿Cuando se entra en el territorio de la calienta o el calienta? ¿Y cuando comienza a considerarse infidelidad a la pareja?
Podemos diferenciar, esencialmente, dos tipos de tonteo. El tonteo orientado al polvo o el tonteo orientado al tonteo. A ojos de un observador inexperto, ambos tipos de tonteo son basicamente igual, pero la diferencia existe.
El tonteo orientado al tonteo, es el que, a priori, deberían practicar las personas con pareja. El problema es que se corre el riesgo de quedar marcado con el estigma de calientapollas, o, en la versión masculina, calientachochos, terminos ambos los dos a ser contemplados en un futuro por la RAE. Es por eso que hay que procurar que, en la medida de lo posible, ambas personas implicadas en semejante actividad, conozcan los límites de la otra persona. El practicar el tonteo orientado al tonteo, sin la puesta en sobreaviso del otro, puede conducir a malentendidos, y debería estar castigado por la ley. Es una practica muy habitual en cierto colectivo de mujeres, a las que se las conoce como calientapollas o, simplemente, calienta.
El problema de esta practica, cuando es realizada por personas emparejadas, es que termine escapandose de las manos. Es dificil, en todo caso, saber donde empieza la infidelidad, ya que ese término carece de semántica exacta. Para más referencias se recomienda el visionado de Eyes Wide Shut.

El tonteo orientado al polvo, sin embargo, está completamente prohibido a personas con pareja. Por regla general, presenta cierto sesgo respecto a las opiniones que suscita a los demas, debido al caracter aún machista de la sociedad. La mujer que realiza esta práctica con asiduidad sigue siendo considerada, por un amplio sector, mayormente de avanzada edad, como una golfa, mientras que el hombre que lo hace es, simplemente, un machote. Sin embargo es algo que poco a poco se va erradicando.

Para poder disfrutar del sano tonteo, entonces, es preciso:
  • Saber diferenciar el tipo de tonteo
  • Conocer los límites del tonteo
  • No utilizar el tonteo como arma
  • Saber cuando parar
  • No llevar a la confusión, queriendo o sin querer, del contrario
He dicho, Guiño, guiño. Sonrisa sacando la lengua.

4 comentarios:

Eme dijo...

Te estás juntando mucho con según qué malas compañías...
Yo afortunadamente dejé atrás mi etapa golfa motivada por la misma causa.
Ahora le toca a otras pasar por ahí...
Aunque echo de menos aquella etapa del todo vale y puedo con todos vosotros braguetas sueltas prepotentes...
He dicho.
Pues la golfa es golfa porque realmente tiene el poder sugestivo de hacer con los hombres lo que quiera.

Seth dijo...

¿Malas compañías? Quizá, pero no dudes que no son, ni de lejos, las peores. Creeme que ya poco me sorprende.
Celebro que abandonases tu etapa de golfa. No son santo de mi devoción. Solo espero que no sea para pasarte al bando de las calienta. Sin acritud.
Nadie duda que puedas con todos nosotros. Por cierto, prepotente me han llamado muchas veces, pero pocas (ninguna) bragueta suelta. Posiblemente lo sea todo. Lo de prepotente, fijo. Sea como sea, te agradezco el piropo.
Y de eso no cabe la menor duda. Pueden (y en general podeis las mujeres) hacer lo que queráis con los hombres. Pero algunas os empeñais en no daros cuenta.

Eme dijo...

No sé si prepotente, o bragueta suelta...
Pero sí algo de egocéntrico por darte por aludido tan fácil y directamente ;).

Seth dijo...

Eso no te lo discuto. Aunque creo que ambos padecemos de egocentrismo crónico (que no agudo)
Aun así, el uso de la segunda persona del plural, a priori me incluye. Así que quizá debieras revisar las construcciones gramaticales para no inducir a error en el futuro. :P
Besos, David