Primera Plana. Billy Wilder. Jack Lemmon. Walter Matthau. Esta es, oficialmente, la razón de haber roto mi promesa autoimpuesta de no comprar más películas en DVD, por el cabreo que me pille por culpa del Blu-ray. Extraoficialmente es lo altamente sugestionable que soy, ante personas tan compulsivo-compradoras como yo. Sea como sea, he reincidido, y mientras escribo este post, escucho la estridente música que da comienzo a esta genial obra maestra de Billy Wilder.
El asesino del policía no esta loco. Debe morir
Esto, y el primer libro de Juego de Tronos (por fin... me encanta tu regalo, Yakel) y un libro recomendado por mi compañera de compras (La plata de Britannia), entre muchos, pero no se porque, compulsivamente, al final cayó ese, han sido los gastos completamente innecesarios, pero totalmente satisfactorios, que han conllevado la tarde. Tras esta escapada de tiendas cultureta, y la cervecita de rigor, regreso al populoso mundo festivo. Actuación multitudinaria de Fangoria que ha congregado a una cantidad bestial de personas. Un poco más que mis chicos de la 5ª estación. No tengo foto con ellos (que peeeeena)
Y ahora a dormir. Tras tomar unos litrillos, pocos, ha entrado la modorra, y mi cama, que nunca me falla (aunque esté vacía) me espera. Mañana, si me animo, quizá me vaya a los encierros, por ver y dejarme ver. Veremos. Pero me temo que como no pare Primera Plana, hoy no me duermo hasta las 4. Y es que entre la deformación "pofesional" y que Billy Wilder me pierde (y Jack Lemmon y Walter Matthau... la mejor pareja cómica de la historia, IMHO) me esta costando contener las ganas de tragarmela enterita (la película, no penseis mal, so guarr@s)
Vista la escasa calidad de mi intervención de madrugada, corto y cierro anhelando encontrar a mi musa en sueños. Creo que aun sigue borracha desde el sábado.
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