lunes, 11 de junio de 2007

Esencial

Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
Todavía antes me había dicho:-No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.-Así lo haré, madre.



Pedro Páramo - Juan Rulfo
Grandes comienzos. Prometen grandes historias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Comala comprendí.... que al lugar donde fuiste feliz, NO debieras tratar de volver...

Fuerza y honor.

Seth dijo...

Bienvenido a este humilde rincon. Sientase como en su casa.

Gran libro Pedro Paramo.